Paulo Díaz, entre su vuelta a la titularidad y ¿buscar una salida a fin de año? :: Olé

“Para su tranquilidad y para la mía, seguimos acá en River”, decía Paulo Díaz el 11 de julio del año pasado, minutos después de firmar la renovación de su contrato y confirmar, así, que iba a seguir en Núñez a pesar de una oferta del Al Qadsiah que estaba dispuesto a poner sobre la mesa su vieja cláusula de rescisión y pagarle al marcador central un contrato multimillonario.

Después de un semestre siendo, con Miguel Borja, uno de los pocos puntos altos de aquel River de Demichelis y, sobre todo, luego de una Copa América en la que se destacó para la Roja, el club de Arabia Saudita que pocos días después compraba a Equi Fernández llegaba decidido a llevarse a PD con la recomendación Mauro Cetto (que conocía a Paulo desde San Lorenzo) como jefe de scouting.

Y la noticia de la actualización y extensión del vínculo del chileno hasta diciembre de 2027 con una cifra de blindaje que en ese momento pasó de u$s 8.000.000 a u$s 10.000.000 era leída como una gran noticia para el colectivo riverplatense. Por eso la “tranquilidad” que buscaba transmitir Díaz en ese video para las redes oficiales del CARP tenía un correlato con el sentir del mundo River.

Pero hoy, un año y un puñado de meses después, esas imágenes empiezan a advertirse con algunos tonos sepia: con rendimientos irregulares en la temporada y sobre todo una sinovitis en su rodilla izquierda que también incluyó un edema óseo tibial, el #17 fue perdiendo paulatinamente protagonismo. Un proceso que, además, en paralelo tuvo la aparición rutilante de un Lautaro Rivero que se ganó un lugar a fuerza de rendimientos que incluso lo llevaron a la Selección y un nivel creciente en los últimos partidos de Lucas Martínez Quarta: el combo le hizo bajar un escalón al central en la consideración del cuerpo técnico, que seguramente lo volverá a poner como titular este domingo contra Sarmiento en el Monumental ante la baja de LR por la fecha FIFA.

Una fecha FIFA en la que Díaz, después de mucho tiempo siendo una fija, no fue convocado a la selección de su país para los amistosos del viernes en Chile ante Perú y del 15/10 en la visita a Rusia: Nicolás Córdova, deté interino del conjunto trasandino, empezó a buscar un recambio generacional luego del fracaso que fueron las últimas Eliminatorias.

Sí, no es el mejor panorama para Díaz, que quedó en la foto de aquel fatídico primer tiempo de la ida de cuartos de final contra Palmeiras que terminó costándole la serie a River: PD17 salió luego de esos 45 minutos y no volvió a participar en la llave con los paulistas. Y su regreso a las canchas no fue mucho mejor: volvió a ser titular en la histórica derrota contra Deportivo Riestra 1-2 en el Monumental.

Ya sin demasiado crédito con la gente, que lo silbó (como a Castaño, Borja y Galarza) después de la eliminación de la Libertadores, hoy el escenario no es el que Paulo imaginó al momento de renovar. Y de hecho no sería para nada extraño que busque una salida en el próximo mercado de pases: desde su entorno ya dejaron correr en las últimas horas la versión de que en enero volvería a llegar una oferta desde Medio Oriente por el 70% de la ficha que posee River y una propuesta contractual de dos años más uno de renovación automática.

En su momento, Díaz desechó la posibilidad de volver al mundo árabe (en la temporada 2018-19, antes de llegar a Núñez, jugó en el Al Ahli saudí) por una cuestión de adaptación: muy asentado en el país con su pareja y sus dos hijos, e incluso con la doble nacionalidad argentina, jugar en River también le cerraba a Paulo en su plan familiar, con su casa en Santiago a muy pocas horas de vuelo y, sobre todo, el sueño de jugar un Mundial con su selección que en ese momento seguía latente.

Ahora, y ya con 31 años, la situación empieza a ser otra: por nivel, por cierto desgaste natural con parte de los hinchas después de más de seis años y por dificultades físicas crónicas que lo van limitando para el nivel de competencia de River, una eventual salida ya se ve como una opción más viable.