La tensión permanente en Olivos y el chat caliente con Javier Milei por los engaños de José Luis Espert

Con un estilo persuasivo que dejaba trascender que la preocupación no era solo suya, Guillermo Francos le dio argumentos a Javier Milei para que pensara en bajar la candidatura de José Luis Espert. Patricia Bullrich hizo lo mismo, aunque de manera más enérgica, casi desafiante. Karina Milei y Santiago Caputo participaban de la conversación, pero no decían ni una palabra. A sus compañeros les pareció sugestivo que eligieran el silencio, pese a que ambos se opusieron a la postulación del economista muchos antes de que se oficializaran las listas y son los que, junto al líder libertario, más arriesgan en las urnas el 26 de octubre. ¿Instinto de auto preservación o acaso saben algo que el resto no? El que sí intervino fue Manuel Adorni: pidió que Espert saliera de nuevo a dar explicaciones, pero esta vez sin engaños ni chicanas, y planteó que tenía que hacerlo de manera urgente.
Sucedió el jueves, durante un tenso diálogo por chat entre los integrantes del grupo Mesa Política, que se activó sin previo aviso mientras todos seguían por televisión las revelaciones del vínculo que une al primer aspirante a la Cámara de Diputados por la provincia de Buenos Aires con Federico “Fred” Machado, un empresario investigado por un fiscal de Texas por lavar dinero del narcotráfico y que hoy está en prisión domiciliaria en la estancia La Gringa, en Viedma, a la espera de que la Corte Suprema decida su extradición a Estados Unidos, cosa que podría ocurrir el martes.
Los argumentos de quienes exigen la cabeza de Espert son tres: que les mintió a todos, que no se puede hacer campaña frente al riesgo de que aparezca algo nuevo cada día y que los va a terminar por hundir en las urnas. Quienes no participan de la Mesa Política, como Sandra Pettovello y Luis Petri, también arremeten contra Espert en charlas reservadas y piden que dé un paso al costado para no hacer más daño.

La ministra de Capital Humano cree que su accionar afecta el relato de pureza del Gobierno y la figura presidencial -ya cuestionados por el caso $Libra y los audios de Spagnuolo- y el ministro de Defensa ve afectada su propia campaña en Mendoza, donde evita las entrevistas porque lo enfrentaría a preguntas que no puede ni quiere contestar. Para colmo, Petri recibió esta semana una denuncia de ATE, supuestamente, por ceder de manera ilegal instalaciones militares para el estacionamiento del Quilmes Rock. El sindicato alerta por el desvío de más de 80 millones de pesos.
La trama de engaños con la que Espert expone a la Casa Rosada se agrava. Arrancó cuando no pudo responder si había cobrado o no los 200 mil dólares de manos de Machado y se alargó cuando dio explicaciones en un video que no solo no convenció a nadie, sino que agudizó las sospechas. El caso podría tener un giro determinante muy pronto. Alguien que trabaja en la sombras para conseguir la información que Espert oculta advirtió que entre las pruebas que podrían difundirse estaría el contrato con Machado, que no sería por 200 mil dólares. Los que recopilan evidencias hablan de una cifra cinco veces superior: un millón de dólares. Si eso ocurriera: ¿cómo justificará Espert semejante contrato? ¿Qué podrían argumentar Milei y sus candidatos?
El jefe de Estado se molestó con los integrantes del Gabinete que le sugirieron que debía apartar a Espert de la competencia electoral. Se refirió al caso como “chimentos de peluquería”. En el chat, recordó que Cristina Kirchner está presa por corrupción, habló de los bolsos de López, de las escenas de La Rosadita e insultó a Juan Grabois, que promueve la denuncia. Milei afirmó varias veces: “No hay nada probado contra José Luis. No lo voy a entregar porque sería como declararlo culpable y porque, a esta altura, mantenerlo en la lista es el mal menor”. Y agregó: “Estos delincuentes kirchneristas no me van a hacer bajar a un tipo a mí”.

Aunque durante un buen rato lo hicieron, los miembros de la Mesa Política asumieron que no valía la pena insistir. “Ya está, es el Presidente y es el que manda. No vuelvo a tocar el tema”, le confesó a su entorno uno de ellos. Otro fue más dramático: “Nos estamos conduciendo directo al precipicio”.
Milei luce enceguecido. Ni siquiera puede reparar en el razonamiento de uno de los integrantes de su fuerza que más lo quiere: “Javier cree que el peronismo lo quiere bajar a Espert y que él no puede darles el gusto. Lo que no entiende es que el peronismo hace fuerzas para que lo mantenga, si es posible, hasta un día antes de la elección”. La herida está abierta y es profunda: cuanta más sangre se derrame, mejor.
La oposición -no solo el peronismo- se prepara para actuar en el Congreso. El miércoles a las 12 habrá una sesión en la Cámara de Diputados para tratar de remover a Espert de la presidencia de la comisión de Presupuesto. Un show cantado. Algunos dirigentes preparan fotos y carteles para asegurarse la atención de fotógrafos y camarógrafos. Muchos de ellos anticipan que en diciembre unirán fuerzas para transformar a Espert en Edgardo Kuider. Lo quieren afuera y con escarnio público.
Para las elecciones restan tres domingos. La situación de Espert y los temblores cotidianos en los mercados podrían hacer muy tedioso ese tránsito. Apenas medio año atrás, el oficialismo apuntaba a conseguir cerca del cincuenta por ciento de los votos a nivel nacional. Cuando estalló el caso Spagnuolo bajó las pretensiones a 40. En algún momento, Milei llegó a provocar a los gobernadores: “Los espero el 10 de diciembre”. Hoy, a su lado imploran “ganar por un voto”.
El peso del distrito más poblado del país será decisivo: si se repitiera el resultado de las legislativas, es decir, una diferencia de casi catorce puntos a favor del peronismo, los libertarios estarían obligados a hacer una elección magnífica, por no decir histórica, en Córdoba, Santa Fe, Mendoza y CABA para equilibrar la balanza. En Estados Unidos, después de prometer un desembolso de 20 mil millones de dólares para ayudar a la Argentina, siguen estas circunstancias con mucho interés. Hay quienes se preguntan qué pasaría si La Libertad Avanza perdiera las elecciones. De mínima: ¿cambiarían las condiciones?

La reaparición en X del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, donde insistió que la administración de Donald Trump “hará lo que sea necesario” para colaborar con Milei, alentó a Luis Caputo a manifestar que la negociación avanza. El mercado, sin embargo, sigue en estado de desconfianza y la volatilidad podría crecer a medida que se acerque la elección.
El tuit de Bessent y la segunda reunión de Milei con Mauricio Macri en menos de una semana fueron los dos hechos que pudo celebrar el Gobierno en medio de una tensión permanente en la Quinta de Olivos que no cesa desde el 14 de febrero, cuando Milei recomendó en sus redes sociales la criptomoneda $Libra. De ahí saltó al escándalo Spagnuolo. Luego vinieron la suba del dólar y del riesgo país, que coincidieron con la caída de los vetos presidenciales y otras derrotas parlamentarias. Ahora estallaron las sospechas sobre Espert. Demasiado para un Gobierno que tiene poca espalda política, un número insignificante en el Parlamento, ningún intendente y una liga de gobernadores que antes ayudaba y en este momento empuja para cambiar la distribución de impuestos provinciales.
Sobre esas cuestiones, que Milei siempre subestimó, volvieron a girar las charlas con Macri. El jefe del PRO llevaba un año sin reunirse con el león libertario. Sus propuestas siguen siendo las mismas: que el Presidente deje de lado los insultos, que abandone la pelea con economistas y periodistas y que fortalezca las instituciones. Ahora agrega algo más: una reestructuración del Gabinete que le permita relanzar la gestión. En los albores de la administración mileísta, Macri le ofreció una lista de 20 dirigentes con experiencia para áreas sensibles. A Milei le pareció una buena idea y quedó que lo iba a hablar con su hermana. Karina desechó la propuesta.
En la segunda cumbre en Olivos, de la que participaron Francos y Karina, Macri le preguntó a Milei qué pensaba hacer con Espert. La respuesta consistió en una defensa enérgica del candidato. Apuntó que se trata de una operación para perjudicar al Gobierno. Ni una sola reflexión esbozó sobre los 36 vuelos que Espert hizo en el avión de Machado (cinco junto al empresario) ni de los pagos que recibió por la campaña de 2019. Macri le recordó el caso de Fernando Niembro, que era candidato a diputado de PRO en 2015, y que renunció cuando se supo que su productora había cobrado plata del Gobierno porteño. La segunda en la lista, que en aquel momento ascendió al primer lugar, era Silvia Lospennato. La segunda de Espert es Karen Reichardt.
El viernes, cuando Macri dejó Olivos, el que irrumpió sin que estuviera en agenda fue -para sorpresa de los funcionarios más importantes del Gobierno, que se enteraron por televisión- el propio Espert. Cuentan que el candidato venía de hablar con su pareja y sus hijos y que, ya sin fuerzas, había acordado dar un paso al costado.
Ingresó a Olivos después de las 21. La decisión estaba tomada. Pero en esa charla a solas con Milei algo pasó. A las 22.14, Espert entró a X y posteó: “No me bajo nada”.
Fuente: www.clarin.com