El impacto del caso Espert, la rebelión de Bullrich y el vínculo con Macri: los tres temas que complican la campaña libertaria

El primer día de octubre, como había sido el último de septiembre, le trajo al Gobierno un nuevo dolor de cabeza en plena campaña. A las turbulencias en los mercados le prosiguió otro escándalo de presunta corrupción que involucra a José Luis Espert, diputado nacional y cabeza de lista en la elección que dentro de 24 días definirá buena parte del futuro político de la gestión de Javier Milei.

Su presunto vínculo con un empresario narco complica no sólo al economista, sino a toda la estrategia libertaria para intentar revertir la durísima derrota en las elecciones del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires. Y genera cortocircuitos internos que salpican a todos los actores de la alianza, incluido el PRO, con el que Milei se había acercado de nuevo a través de Mauricio Macri.

Pero la alarma mayor la activó Patricia Bullrich, la ministra de Seguridad que irá a competir en la Ciudad por una senaduría y que no parece dispuesta a que le empañen una campaña que se perfila difícil. Bullrich blanqueó sus diferencias históricas con Espert al pedirle explicaciones que terminó dando, a cuentagotas, en una entrevista televisiva.

Curiosamente, la crisis que atraviesa desde hace varias semanas el mileísmo motivó un acercamiento de posiciones de dirigentes que hasta hace dos años eran correligionarios, como Bullrich y Macri. Siguen con el diálogo cortado, pero no se descarta que puedan volver a hacerlo después de dos años distanciados.

Si bien después salió a bajarle el tono, Bullrich sorprendió el miércoles por la mañana al pedirle explicaciones a Espert por su vínculo con Fred Machado. Lo hizo en público y también en la reunión de mesa política de la que participó el propio Javier Milei.

A la ministra no la convenció el apoyo que, en otra nota televisiva, le había dado el Presidente a Espert al decir que la denuncia en su contra era “un chimento de televisión”.

De larga experiencia y con muchas campañas encima, Bullrich cree que al diputado se le debía dar la oportunidad de explicar si realmente recibió un aporte irregular como pudo ser el de Machado. Anoche la tuvo y no fue demasiado convincente.

Las diferencias de Bullrich con Espert vienen de larga data y se dieron especialmente en la campaña presidencial de 2023, cuando Espert al principio impulsó la candidatura de Horacio Rodríguez Larreta en la PASO que terminó ganando la actual ministra. La ministra no lo perdona y, como muchos que trabajaron cerca del diputado, considera que no es alguien en quien se puede confiar.

Además, Bullrich teme que el caso Espert le impacte en su propia campaña en la Ciudad de Buenos Aires, donde se perfila como la favorita para quedarse con una senaduría. La ministra deberá dejar su cargo a partir del 10 de diciembre para asumir en el Congreso y siente que arriesgará allí una gestión que es de las más valoradas.

Bullrich, de a poco, parece ir liberándose de la propia agenda del Gobierno y quiere empezar a jugar sola, sin responder demasiado a directrices generales. Por eso viene negociando desde hace semanas una posible foto con Macri, que por ahora no tiene consenso pero que ella espera que se dé en campaña.

El fin de semana, después de que Milei viajara a los Estados Unidos, hubo una cumbre en Olivos -de la que participó también el jefe de Gabinete, Guillermo Francos- con el ex presidente Mauricio Macri, a quien el actual mandatario no veía desde hacía un año.

El lunes, Macri salió a blanquear ese encuentro con un tuit de respaldo hacia el Gobierno, reiterando declaraciones que él mismo había hecho una semana atrás, pero también dejando entrever que existen diferencias respecto a la toma decisiones desde la Rosada.

“Es bueno haber retomado el diálogo después de más un año, siempre con la misma vocación: decirle la verdad al presidente sobre lo que pienso de la situación del país”, tuiteó Macri. El final de ese posteo refleja que no es tiempo donde haya demasiado coincidencias en el manejo de la gestión.

Quienes conocen al ex presidente relativizan el acercamiento con el Gobierno. “A Mauricio le pidieron un gesto. Lo tuvo, pero no hay mucho más que eso”, deslizan, dando a entender que Macri no tiene pensado salir de manera sistemática a respaldar a Milei.

Una señal de eso es que el PRO se viene mostrando prescindente dentro del Congreso a la hora de tratar el pedido de remoción de Espert de la Comisión de Presupuesto. Una de las integrantes de esa mesa es Silvia Lospennato, que respalda las decisiones que toma Macri como presidente del partido pero que, como María Eugenia Vidal, tiene una mirada muy crítica del Gobierno.

“Que se hagan cargo los Ritondo y los Finocchiaro de la vida del acuerdo que cerraron con esta gente”, es un comentario común que surge de muchos dirigentes del PRO que nunca quisieron cerrar una sociedad electoral con los libertarios.