Qué podés comer de noche sin sentir culpa ni afectar tu descanso


El antojo nocturno es una tentación familiar para muchos. Después de la cena, mientras se disfruta de una serie o una película, el estómago puede reclamar un bocado extra. Tradicionalmente, este hábito se ha asociado con consecuencias negativas para la salud, desde el aumento de peso hasta problemas de digestión. Entonces, ¿qué comer de noche sin sentir culpa ni afectar tu descanso?

La clave no reside en evitar el consumo por completo, sino en seleccionar los alimentos adecuados. La elección de un snack nocturno inteligente puede ser una parte beneficiosa de una rutina saludable. Los nutricionistas y especialistas en sueño coinciden en que la estrategia es simple: evitar los alimentos procesados, grasos, picantes o con alto contenido de azúcar y sal.

Estas opciones, como las papas fritas o las galletas dulces, no solo carecen de valor nutricional, sino que también pueden provocar indigestión, reflujo ácido y alterar los ciclos de sueño. En su lugar, se recomienda optar por opciones que contengan nutrientes que favorecen el descanso, como el triptófano, la melatonina, la fibra y las proteínas.

El triptófano es un aminoácido que el cuerpo utiliza para producir melatonina y serotonina, hormonas que regulan el sueño y el estado de ánimo. Alimentos ricos en este nutriente, como el jamón o los lácteos, son excelentes alternativas. Por otro lado, la melatonina, una hormona que regula el ciclo de sueño-vigilia, también se encuentra de forma natural en ciertos alimentos, como las cerezas ácidas y el kiwi.

La incorporación de fibra y proteínas es otra estrategia efectiva. La fibra ayuda a la sensación de saciedad y a mantener un nivel estable de azúcar en la sangre, previniendo los picos que pueden interrumpir el sueño.

Las proteínas, por su parte, contribuyen a la reparación muscular y a mantener el cuerpo satisfecho durante la noche. Un yogur griego con frutos rojos, por ejemplo, combina proteína con antioxidantes, mientras que una tostada integral con palta ofrece grasas saludables y fibra. Un puñado de nueces mixtas o una porción de queso con kiwi también son opciones fáciles y beneficiosas.

La variedad de opciones es amplia, y la elección final dependerá del gusto personal y de la disponibilidad. Desde un simple huevo duro con un puñado de frutos secos hasta una combinación más elaborada como un sándwich de jamón y queso, la clave es priorizar los ingredientes frescos y nutritivos que el cuerpo pueda digerir fácilmente antes de irse a dormir.

A la hora de cuidar la calidad del sueño, otros aspectos de la rutina diaria también merecen atención:

Fuente: www.clarin.com

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