Especialistas explican: ¿Qué es la resistencia a la insulina y cómo detectarla temprano?


La resistencia a la insulina se produce cuando las células no responden adecuadamente a la hormona, obligando al páncreas a liberar más insulina para mantener la glucemia estable.

En la Argentina, uno de cada diez adultos convive con diabetes, y se estima que muchos más cursan un estado de resistencia sin saberlo, debido al sobrepeso y el sedentarismo.

Las pruebas más utilizadas para detectar temprano este problema son la glucemia en ayunas, la hemoglobina A1c y el índice HOMA-IR; valores superiores a 2,5-3 se consideran de riesgo.

Como alerta visible, la acantosis nigricans —manchas oscuras y aterciopeladas en cuello o axilas— suele ser el primer signo cutáneo que delata el trastorno.

Especialistas explican: ¿qué es la resistencia a la insulina y cómo detectarla temprano?

La insulina permite que la glucosa ingrese en músculos, hígado y tejido adiposo; cuando esas células se “resisten”, el azúcar permanece elevada en sangre y genera un círculo vicioso de hiperinsulinemia y fatiga pancreática.

Los principales factores de riesgo son la obesidad visceral, la vida sedentaria, la dieta alta en azúcares refinados y antecedentes familiares de diabetes.

En laboratorio, un HOMA-IR por encima de 2,7-3 o una glucosa mayor a 100 mg/dl ya justifican la intervención. La detección en niños y adolescentes cobra urgencia: los casos de diabetes tipo 2 en menores crecen aceleradamente por malos hábitos alimentarios y falta de actividad física.

Eleanna De Filippis, endocrinóloga de Mayo Clinic, indicó que “las personas que tienen resistencia a la insulina no presentan ningún síntoma, por lo que esta afección suele detectarse durante un examen de salud anual o a través de un análisis de sangre de rutina”.

La especialista abunda, en tal sentido, cómo se la diagnostica: “Es probable que te haga un examen físico de seguimiento y te indique varios análisis de sangre que miden los niveles de glucosa, o azúcar, en la sangre y la tolerancia a dicha glucosa. O bien, puede indicarte un análisis de sangre más reciente llamado prueba de hemoglobina glucosilada A1c”.

Una dieta rica en verduras crucíferas (brócoli, coliflor, repollo) aumenta la producción de antioxidantes como el sulforafano, mejorando la sensibilidad a la insulina. Las legumbres —pilares de la cocina criolla y mediterránea— aportan fibra soluble, proteínas vegetales y almidón resistente que estabilizan la glucemia y reducen el colesterol.

Añadir frutos secos (almendras, nueces) favorece la liberación posprandial de adiponectina, hormona clave para la regulación metabólica. El entrenamiento combina dos pilares tradicionales: trabajo aeróbico moderado de 150-300 min/semana y sesiones de fuerza que aumentan el músculo activo.

Ejercicios efectivos para reducir la insulina de forma natural:

Detectar la resistencia a la insulina antes de que evolucione a diabetes es posible con controles simples y observando señales tempranas en la piel y el laboratorio.

Adoptar una alimentación tradicional rica en legumbres, verduras, pescado y frutos secos, sumada a ejercicio constante, permite revertir el proceso en muchas personas.

Mantener un peso saludable, dormir bien y reducir el estrés completa la estrategia. Ante dudas, lo ideal es consultar a tu médico o nutricionista para un plan personalizado y seguro.

Fuente: www.clarin.com

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