Cómo afecta a cada signo la Luna nueva en Leo del 24 de julio 2025

El ser humano como habitante del universo, en particular del sistema solar, está sujeto a ciclos en los que participan, además el Sol y la Luna, las posiciones los planetas. Pero el Sol y la Luna son los más importantes ya que ellos estructuran nuestros días, nuestras noches y nuestro calendario.

Nuestra vida depende de esos dos principios. El Sol en su recorrido anual va marcando las estaciones; y la Luna con un ciclo de algo más de 28 días, es el astro que al pasar por sus fases más cambia en el cielo y, el que le sugirió al hombre la idea de lo mutable de las cosas terrenas.

Las fases lunares son cuatro y tienen su origen en el continuo movimiento del Sol, la Tierra y la Luna.

El significado de las fases lunares

Todos los meses, al producirse la conjunción del Sol con la Luna, se marca el inicio de un nuevo ciclo, una vez que la Luna toma fuerza será un buen momento, para comenzar a realizar determinadas actividades.

En cada conjunción (Luna nueva) algo nace, crece, llega a su apogeo (Luna llena), se corrompe y muere; donde se corresponde la generación con el ciclo creciente y la corrupción con el decreciente. Es como una respiración: inhalamos, retenemos exhalamos y vuelta a empezar.

Las fases lunares son cuatro. Foto: ShutterstockLas fases lunares son cuatro. Foto: Shutterstock

El ciclo lunar es un ciclo completo en sí mismo y es el modelo de cualquier ciclo planetario que comienza con una conjunción entre planetas y finaliza con la próxima conjunción entre los mismos planetas.

El ser humano, conoció desde antaño la influencia de este astro, y por ello en todas las épocas el calendario lunar fue de vital importancia porque, si bien el hombre no puede evitar tales ciclos, sí puede beneficiarse de ellos aprovechando sus influencias para diversos trabajos y actividades.

Debido a nuestra actual forma de vida, esperar el momento oportuno para cada cosa es prácticamente imposible, pero en muchas oportunidades podemos comprobar y experimentar por nosotros mismos la veracidad de esta antigua sabiduría.

La Luna nueva interioriza, mientras que la Luna llena lleva más a exteriorizar, a conectar y a sociabilizar. Pasado el momento de la conjunción exacta, cuando la Luna se separe del Sol y su brillo nos permita observar la neomenia, unos dos días más tarde, es el momento de comenzar proyectos, especialmente referidos a la casa en que se produce la lunación.

Luna nueva en Leo de julio 2025: cuándo se produce y cómo es el signo de Leo

Esta Luna nueva se produce el 24 de Julio a las 16:10 en Argentina; 15:10 en Nueva York, Miami y Venezuela; 14:10 en Perú y Panamá; 13:10 en México y Ecuador; y en Madrid serán las 23:10.

Esta Luna nueva muestra un momento de reinicio y renovación, marcado por la energía creativa y expresiva de Leo. Este signo de Fuego, regido por el Sol, simboliza el poder personal, la autoexpresión, la creatividad y el deseo de ser visto y reconocido.

La Luna nueva se produce en el grado 2°08 del signo de Leo (primer decanato); un signo Fijo del elemento Fuego, relacionado con la creación, la irradiación, el brillo, el mando y la autoridad.

Leo está gobernado por el astro rey de nuestro sistema solar; por eso simboliza la jerarquía, el poder, la nobleza, lo elevado, brillante y destacado. Como la estación que corresponde, el verano (en el hemisferio Norte, donde se acuñó la astrología) es generoso y creativo.

La Luna nueva se produce bajo el signo de Leo. Foto: ShutterstockLa Luna nueva se produce bajo el signo de Leo. Foto: Shutterstock

Los aspectos de la Luna nueva

Oposición a Plutón

Esta Luna nueva tiene la particularidad de producirse en oposición partil (exacta) a Plutón, lo que le imprime a esta lunación un tono de intensidad emocional, transformación profunda y, en algunos casos, de confrontación con fuerzas que parecen exceder nuestra voluntad.

Al tratarse de una oposición exacta entre el Sol y la Luna en Leo y Plutón en Acuario, el simbolismo pone en tensión la voluntad consciente y las pulsiones del inconsciente colectivo. Se trata de una configuración que puede detonar procesos de cambio estructural, especialmente en aquellas áreas de vida donde la lunación impacte directamente en la Carta Natal.

La energía leonina, habitualmente asociada a la expresión creativa, el liderazgo y la afirmación del yo, se ve desafiada por la presencia plutoniana, que remueve lo oculto, lo reprimido o lo que debe ser transformado radicalmente.

Esta oposición invita —o impone— un descenso al núcleo de ciertas verdades personales o sociales, con el fin de emerger con mayor autenticidad y fuerza interior.

Este aspecto resulta particularmente significativo para quienes tengan planetas o puntos sensibles en los primeros grados de los signos Fijos —Leo, Acuario, Tauro y Escorpio—, ya que podrán experimentar esta oposición como un desafío que moviliza situaciones de tensión, crisis o necesidad de transformación profunda.

En estos casos, la energía de la lunación puede manifestarse como un llamado a revisar estructuras internas, vínculos o patrones de poder que ya no resultan sostenibles.

Por el contrario, quienes posean planetas o puntos sensibles en los signos de Fuego —Aries, Leo, Sagitario— o de Aire —Géminis, Libra, Acuario—, especialmente en los primeros grados, pueden encontrar en esta lunación un impulso vigoroso, una oportunidad para actuar con coraje, tomar decisiones audaces o iniciar proyectos con una intensidad poco común.

La polaridad Fuego-Aire, más afín al dinamismo solar y al movimiento hacia el exterior, podrá canalizar de manera constructiva esta potente energía transformadora.

La unión con Mercurio

Apenas concluida la conjunción exacta entre el Sol y la Luna —momento en que se perfecciona la Luna nueva—, el primer aspecto que realiza la Luna después de la oposición con Plutón es su unión con Mercurio, que se encuentra retrógrado desde el 18 de julio.

Este contacto no se produce en un vacío: la Luna, al haber recibido inmediatamente antes la oposición partil de Plutón traslada esa energía transformadora, intensa y muchas veces disruptiva hacia Mercurio.

Un aspecto de la Luna es su unión con Mercurio. Foto: ShutterstockUn aspecto de la Luna es su unión con Mercurio. Foto: Shutterstock

Esta figura, conocida en astrología tradicional como “traslación de luz”, reviste particular importancia en esta lunación, pues vincula dos planetas que, aunque no se encuentran directamente en aspecto, quedan simbólicamente enlazados por la acción de la Luna.

En términos prácticos, esto puede manifestarse como la irrupción de pensamientos obsesivos, revelaciones inesperadas o confrontaciones verbales que sacan a la luz aquello que estaba reprimido o negado.

También puede sugerir una necesidad urgente de hablar o escribir sobre temas profundos, dolorosos o incluso tabú, en busca de una catarsis o transformación interna.

Al encontrarse en Leo, tanto la Luna como Mercurio activan cuestiones ligadas a la identidad, el orgullo personal y la voluntad de expresión. Pero la mediación de Plutón introduce un elemento de incomodidad o tensión: lo que se expresa puede estar cargado de un trasfondo emocional denso, o bien lo no dicho puede operar con fuerza desde el silencio.

En todos los casos, la palabra se vuelve un vehículo de poder, y no será extraño que ciertas verdades salgan a la luz, incluso si resultan incómodas.

Mercurio, al hallarse en movimiento retrógrado y con velocidad reducida, actúa como un intermediario introspectivo, que ralentiza los procesos comunicativos, exige revisión de ideas, y sugiere cautela antes de emitir juicios definitivos.

Este contacto inmediato entre la Luna y Mercurio retrógrado tiñe el clima posterior a la lunación con un tono reflexivo, y en ciertos casos, con necesidad de ajustar lo dicho, lo escrito o lo planificado previamente.

Puede tratarse de días en los que sea necesario reconsiderar decisiones tomadas impulsivamente o revisar vínculos en los que la comunicación haya quedado obstruida. La conjunción se produce en el signo de Leo, por lo que las temáticas ligadas a la expresión personal, la creatividad y la autoafirmación se verán especialmente implicadas en este proceso de revisión.

Este nuevo tramo lunar afectará también de modo desafiante a las personas que tengan planetas o ángulos sensibles hacia la mitad de los signos fijos, particularmente entre los grados 11º y 15º de Leo, Acuario, Tauro y Escorpio, ya que Mercurio se encuentra retrógrado en el grado 13 de Leo, activando ese sector con especial intensidad.

Sextil entre la Luna y Urano

No obstante, también se ha formado un aspecto armónico de sextil entre la Luna y Urano, que recientemente ha ingresado en el signo de Géminis. Este sextil introduce un componente de apertura mental, flexibilidad y posibilidad de respuestas creativas ante situaciones de crisis.

Si bien se trata de un aspecto menor en términos de tensión, su presencia puede actuar como una válvula de escape, promoviendo soluciones inesperadas o ideas innovadoras que contribuyan a transformar, de modo constructivo, la intensidad inicial de la lunación.

Esta Luna nueva se da con diferentes aspectos planetarios. Foto: ShutterstockEsta Luna nueva se da con diferentes aspectos planetarios. Foto: Shutterstock

Cuadratura Marte-Venus

A este panorama, se suma la cuadratura entre Marte, actualmente en Virgo, y Venus en Géminis. Este aspecto puede traducirse en fricciones vinculares, tensiones entre el deseo de acción concreta y la necesidad de ligereza, juego o expresión afectiva.

Las diferencias en el modo de abordar lo vincular —más pragmático y crítico desde Virgo, más mental y cambiante desde Géminis— pueden acentuarse durante estos días, generando roces o malentendidos que exigen una comunicación clara y un esfuerzo por integrar perspectivas distintas.

Este aspecto afectará de manera tensa o problemática a quienes tengan planetas o ángulos sensibles entre los grados 20 y 24 de los signos mutables —Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis—, ya que la cuadratura entre Marte y Venus se ha perfeccionado en el grado 21º, activando con especial intensidad esa franja zodiacal.

Sin embargo, quienes tengan puntos sensibles o planetas en los otros signos de Tierra —Capricornio y Tauro—, o en los otros signos de Aire —Libra y Acuario—, podrán recibir esta energía de forma armónica, ya que Marte y Venus, respectivamente, forman aspectos favorables con esos signos, facilitando la expresión de deseos, el intercambio afectivo y la concreción de iniciativas con mayor fluidez.

Conclusiones

En síntesis, esta Luna nueva en Leo, fuertemente teñida por la oposición partil a Plutón, marca un comienzo que no es ingenuo ni superficial: se trata de un umbral cargado de intensidad, en el que se nos convoca a actuar con coraje, revisar profundamente nuestras motivaciones, y transformar con lucidez aquello que ha quedado obsoleto.

Si bien hay tensiones, también hay apoyos sutiles que pueden ayudarnos a integrar los contrastes y a emerger con mayor claridad respecto de quiénes somos y hacia dónde queremos dirigir nuestra energía vital. Como en toda lunación en Leo, el llamado es a encender la llama interior, pero esta vez, sin negar las sombras que ese mismo fuego puede proyectar.

Por Patricia Kesselman, astróloga y profesora de astrología y tarot. En Instagram: @horoskopo



Fuente: www.clarin.com

Artículos Relacionados

Volver al botón superior