Revelan las primeras imágenes capturadas por la cámara astronómica más potente de la historia

Tal como estaba previsto, hoy lunes se publicaron las primeras imágenes obtenidas por el nuevo observatorio Vera C. Rubin, unas capturas que deben servir para demostrar las extraordinarias capacidades de la cámara que alberga esta instalación, la más grande y sensible jamás fabricada. Y los resultados no decepcionaron en absoluto.
Después de once años de construcción en Cerro Pachón (Chile), el observatorio que lleva el nombre de la investigadora estadounidense que dedujo la presencia de la materia oscura alrededor de las galaxias en la década de 1970, parece estar a punto para el inicio de las operaciones rutinarias en septiembre. Su objetivo será mapear todo el cielo del hemisferio sur repetidamente cada tres noches para detectar, de esta forma, fenómenos transitorios de alto interés científico.
La primera imagen liberada muestra las famosas nebulosas de la Laguna y Trífida, que aparecen rodeadas de las extensas concentraciones de gas y de polvo que son típicas del plano galáctico. Se trata de un mosaico compuesto por 678 tomas individuales obtenidas con tan solo siete horas de observación.
El campo visual que puede abarcar la cámara del observatorio no tiene rival. Del tamaño de un coche y con 3.200 millones de píxeles, este equipo es capaz de capturar extensas regiones del cielo en una sola fotografía (para lograr cubrir un área de firmamento equivalente, el telescopio espacial James Webb tendría que realizar 7.000 instantáneas diferentes).
La segunda toma publicada muestra el cúmulo de Virgo, una enorme agrupación de galaxias, con más de 2.000 de estos objetos, situada a unos 65 millones de años luz de la Tierra.
La gran resolución de las tomas que obtiene la cámara permite abrir el campo para disfrutar de visiones muy amplias y, a la vez, poder aumentar considerablemente fragmentos de interés sin perder definición, como se demuestra en el siguiente detalle del cúmulo.
Con sus capacidades para obtener imágenes tan extensas del cielo, el observatorio Vera Rubin podrá fotografiar todo el firmamento visible desde el hemisferio sur cada tres noches, una operación que repetirá sin pausa durante años.
Gracias a ello, las computadoras podrán comparar continuamente las capturas para identificar cambios sutiles que delaten la presencia de millones de nuevos objetos del sistema solar, así como explosiones supernova en galaxias lejanas. De hecho, en estas primeras imágenes de prueba ya se pudieron identificar más de 2.100 nuevos asteroides.
Fuente: www.clarin.com