Crece la presión militar sobre Luis Petri porque los uniformados dicen tener sueldos de subsistencia

Presionado por los insistentes reclamos salariales de las Fuerzas Armada , el ministro de Defensa, Luis Petri, decidió apurar un decreto por el cual los militares que cumplan funciones en el exterior, en misiones de paz, embajadas, becas educativas y otros trabajos recuperarán sus ingresos completos nuevamente, recortados por una normativa del kirchnerismo en 2007. Se trata de un recorte del 40% de lo que recibían anteriormente por cumplir tareas en el extranjero, tal como ocurre con los funcionarios diplomáticos.
Una seguidilla de manifestaciones internas y publicaciones en los sitios militares especializados vienen expresando el malestar de muy diversas maneras. La bronca se debe no sólo a los sueldos de subsistencia que cobran en la Argentina, por lo que igual presionan para recuperar al menos la totalidad de lo que perdieron cuando son destinados al exterior.
Según el grado militar y según la fuerza, los sueldos de los militares van de los 800.000 pesos a los $ 2.5 millones en los más altos. Es irrisorio a nivel interno con las tareas que cumplen e incomparable con sus colegas en el mundo. Además, señalan que todavía no cuentan con el equipamiento prometido por el discurso presidencial pro militar del gobierno libertario.
Junto con la urgente recomposición salarial, los militares le están reclamando a Petri el restablecimiento de su obra social (IOSFA), que está sumida en una crisis financiera y de funcionamiento que puede ser terminal, como ya publicó Clarín.
Por otra parte, el planteo se extiende a las actividades con las fuerzas de seguridad y a la pretensión oficial de asignar a militares para combatir el crimen organizado en la frontera norte de la Argentina. Así lo anunció el mismo Petri. Se habla de una partida extra del Gobierno para sustentarlo, pero en los hechos no se puso en práctica. Lo que piden ahora los militares es que se promueva una nueva ley que los ampare para el caso de tener que actuar en seguridad interior y no queden en la ilegalidad. Partidaria de ello es también la vicepresidenta Victoria Villarruel, con fuerte ascendencia en el sector militar.
Los uniformados contaron a Clarín que también están reclamado beneficios para los militares retirados, sobre todo que se incluya los seis meses de licencia sin goce de haberes que tanto civiles como militares de las Fuerzas Armadas tenían antes de jubilarse.
Dentro de las Fuerzas Armadas hay opiniones fuertes de que “Petri es un buen tipo”, pero no les gustan sus formas mediáticas y hacia adentro afirman que “compra” ropa militar “por Amazon” para luego lucir por redes uniforme de piloto o de ejército con medallas locales que plasman en la sastrería militar.
Hay mucho enojo también porque sienten que los hacen “hacer shows” para el público y turistas como una corrida por las playas de Mar del Plata y con los cambios de guardia de Granaderos -el último fue el 25 de mayo- luciendo como histórico lo que es habitual.
Pero después hubo situaciones internas complicadas como las movidas recientes para afectar al jefe de la Armada, Carlos Allievi, filtrando fotos íntimas del pasado y a quien -además- buscaron debilitar en importantes sitios castrenses con la existencia de una supuesta “espía rusa” en el edificio de la Marina. La supuesta espía rusa, que habría nacido en Ucrania, es una empleada administrativa, pero motivó hace unos días una visita de una delegación de la SIDE a la fuerza en la que no encontraron nada.
Pero el episodio para Allievi fue casi como un mensaje de la forma en que en enero echaron al ahora ex jefe de la Fuerza Aérea Fernando Luis Mengo. El comunicado de Defensa expuso sus viajes en aviones oficiales para su pareja y su familia, algo que es habitual entre todos los jefes. Y también se revelaron acusaciones de abuso sexual contra empleadas, que no estaban aún investigadas.
Detrás de las filtraciones, con información verdadera y falsa, estaba la molestia de ascensos en el Senado para las guardias más jóvenes dejando atrás la cuestión del mérito o la antigüedad.
El decreto para revertir el recorte salarial en las FF.AA. y cumplir con su promesa de terminar con las desigualdades con las fuerzas de seguridad apunta a derogar el decreto 1140 impulsado por la ex ministra de Defensa Nilda Garré, que les quitó el 40% a los agregados militares diferenciándolos del personal diplomático. Ningún representante de las FF.AA. en el exterior cobra ese plus que ahora planea restituir Petr,i según les prometió.
Los recortes se vieron agravados por la aplicación del impuesto a las Ganancias, y que en el caso de la Cancillería también les iban a aplicar a los diplomáticos. El nombramiento del canciller Gerardo Werthein, con más llegada al presidente Javier Milei que su antecesora -Diana Mondino-, más la medida cautelar promovida por la Asociación del Personal del Servicio Exterior de la Nación (APSEN) dilató su aplicación en Cancillería.
Fuente: www.clarin.com