En general, “los edificios son textos con historia”

Luego de hacer un recorrido por la ciudad, al ubicarse quien lo hace en la posición de descubrir el paso de los años, sin duda son los edificios los que hablan. Son ellos los que van indicando los períodos en los que fueron construidos, además de ser los testigos no tan mudos del paso del tiempo.
“Esto ocurre con nuestro ‘Jockey Club 23 de Agosto’, edificio central con un relato que pareciera querer ser borrado, tal vez por ignorancia o desconocimiento, de su valor histórico”, resalta Cristina Jorge.
“El 27 de octubre de 1900 un grupo de vecinos de esta ciudad se reunió para fundar lo que se llamó Centro Social. El documento de fundación fue firmado por Pablo Arroyo, Manuel Castañeda, Francisco Zelaya, Delfin Puch, Roque Alvarado, Mariano Tello, Antonio Cicarelli, entre otros. Presidió la primera Comisión Emilio Silvetti. La inauguración del edificio se registró en mayo de 1912, fecha muy significativa para los jujeños. Estábamos celebrando el Centenario de la Bendición y Jura de la Bandera en Jujuy”.
Debemos poner en contexto lo que señala Cristina Jorge a El Tribuno de Jujuy, y es recurriendo a Elena Leonardi Cattólica que lo hacemos cuando rescata en su libro “Ernesto Leonardi Cattólica (un visionario) y el Teatro Mitre”, “El Centenario es un momento culminante del proyecto del ochenta. Progreso, porvenir, futuro, destino son las palabras clave de esa época. Hay una gran ebullición social pero también de nuevas ideas que apuntan a una Argentina incontenible destinada -según se creía- a un futuro de grandeza. Éramos los “privilegiados” en el contexto mundial. Aquí todo estaba por hacer”.
EL CLUB SOCIAL | HOY, EN PLENO CORAZÓN DEL CENTRO COMERCIAL JUJEÑO.
En ese contexto histórico, donde “todo estaba por hacer”, es que se erigen edificios emblemáticos. “El constructor del Jockey Club 23 de Agosto fue Rosario Stramandinoli quién participó en otros espacios patrimoniales como la Escuela Belgrano, el Cementerio del Salvador, colegio del Huerto, Escuela Normal, Palacio de Gobierno, Buen Pastor y junto a Manuel Macchi en el Asilo Pan de los Pobres. Falleció en Jujuy en 1929”, nos cuenta Cristina Jorge.
Y también recuerda que fue por esos años en los que “Ricardo Rojas asume la responsabilidad de ordenar nuestro Archivo Histórico y cuando toma contacto con los documentos escribe: ” …es necesario Organizar Archivos, conservar monumentos y atesorar museos (…) como apoyo de la discusión nacional y de la evocación estética que constituyen la historia “.
Los jujeños tienen que sentirse orgullosos de su historia, de su patrimonio y de todo lo que heredaron de hombres visionarios que aportaron al progreso de la provincia en general y de la ciudad en particular. Pero esa valoración no es reciente. “Historiadores como Teodoro Sánchez de Bustamante (h) -sigue diciendo Elena Leonardo Cattólica en su libro- en uno de sus libros recuerda a Ernesto (Leonardi Cattólica, su abuelo) como uno de los profesores más queridos, y narra en un escrito que ‘en el 1900 llegó a Jujuy el director del diario Le Fígaro de París, Monsieur Jules Hauret. El propósito era tomar nota para su libro «La Argentina desde Buenos Aires al Gran Chacho”. En el capítulo «Jujuy”, Hauret dice «… desde el punto de vista de las ideas, Jujuy, es la provincia más avanzada de la República…””. Es momento seguir resguardando el legado, no sólo edilicio si no también aquel que abarca a la cultura jujeña.
Fuente: eltribunodejujuy.com