se fue de su plano jujeño el escritor Toqo Vázquez Zuleta

Hoy se cumplen 5 años de la partida final del plano de esta tierra jujeña, como diría Toqo Sixto Vazquez Zuleta, que por una acción fortuita de sus padres nació, en el entonces “pueblo de Estación Perico”, un día de muchos simbolismos de carácter político religioso: el 6 de agosto de 1938, y de una época de profundas crisis económicas, la llamada “década infame”.
Recordando su lejano nacimiento, en el año 1994, en un reportaje para el Diario Clarín de Buenos Aires, al que se tituló: “Sixto Vázquez Zuleta: lo tentó París y volvió a Humahuaca ‘Los coyas no se rinden’” y que luego publicó en 1996, en la contratapa de su poemario “Ángel de Uquía”, cuenta el momento dramático de su madre: “Yo nací en Estación Perico, cuando mi padre y mi madre se dirigían en tren a la zafra. En esa estación, ella comenzó a tener dolores de parto y allí nací yo, por accidente. Después se instalaron en Humahuaca y desde entonces siempre viví aquí”. Su padre, Policarpo Vázquez, era de los Yungas de Bolivia, curandero de profesión e incansable viajero. “A él lo vi muy pocas veces y, por poco tiempo. Por eso me críe con mi madre y con mi tío, Arsenio Zuleta, el único que sabía leer de toda la familia. Él fue quien me enseñó las primeras letras cuando yo tenía tres años”, cuenta Sixto.
Esto sería determinante para el futuro del escritor de Humahuaca. Su maestra de cuarto grado adelantándose en el tiempo a fin de año en su libreta escribió: “Este niño es una esperanza para la Nación Argentina”. Y sino veamos los resultados: “Indígena colla, escritor, periodista, docente, funcionario, asesor de instituciones culturales restaurador de obras de arte, museólogo, coordinador”.
Así comienza la contratapa del libro “Los Diablos Benditos” (1991), cuentos de Humahuaca, y continúa: “…Su obra abarca poesía, teatro, periodismo, pero especialmente cuento, novela y ensayo. Ha publicado quince libros”. Su novela “Chincanqui. Kallawaya y agitador “(2015), fue Primer Premio de un Concurso del diario La Nación y tesis para la Licenciatura del profesor Juan Grafión, bajo la dirección de la profesora Analía Miranda de Unju.
En un audio para esta columna el profesor Grafión, hoy Licenciado dice: “El tema de mi tesis es la metáfora conceptual en la novela ‘Chincanqui. Kallawaya y agitador’ de Toqo Zuleta. Cuando empecé se me ocurrió la idea de armar esta propuesta de la tesis. La novela de Zuleta fue Primer premio de un concurso del Diario La Nación. El escritor Toqo Zuleta, una excelente persona, con una sabiduría impresionante, además un amigo que me dejó sin palabras por su obra premiada al nivel nacional y también a mis alumnos del 4º año de Literatura Argentina del Profesorado de Lengua, porque había analizado con ellos la novela. Me llamó la atención, el decir de la voz narradora y de los personajes; también la topografía andina, los valores de la gente y las costumbres.
Tenía una forma muy especial, hasta los datos históricos, porque dentro de la novela ‘Chincanqui’, su personaje central, es perseguido en la última dictadura, y la forma y la sabiduría con la que plantea estos matices históricos y los lleva a la ficción. Me había sorprendido mucho la forma de decir y de conceptualizar aquello que no tiene una definición acabada, principalmente en la región andina, por ejemplo, cuando describe un camino y dice el camino sube zigzagueando y agotado, está en la metáfora, está dentro de la teoría de la metáfora, pero no era la metáfora de la retórica, esa metáfora ornamental, sin desmerecer íojo! la metáfora de la retórica tiene su valor para el análisis literario, y todo lo demás. Entré entonces a investigar y dentro de la teoría de la metáfora hasta llegar lo que era la metáfora conceptual, muy bien trabajada por Don Sixto, sin haber él leído la teoría propuesta por Lakoff y Johnson, que son los estudiosos de esta metáfora conceptual…”
Quiero cerrar esta parte de recordación y homenaje al importante escritor de Humahuaca, Sixto Vázquez Zuleta (Toqo) con palabras escritas en contratapa de su libro “Chincanqui. Kallawaya y agitador “ (2º edición 2015) y que titula: “Una novela indígena, escrita por un indígena”. “Los kallawayas constituyen un grupo humano especial mezcla de curanderos y chamanes que viven desde antes de los Incas en sus aldeas perdidas en medio de los Andes Centrales. En pleno siglo XXI la Unesco los declaró Patrimonio Cultural de la Humanidad, debido a ser depositarios de conocimientos ancestrales.
Uno de sus integrantes, Narciso Copatiti, logra estudiar medicina en Sucre, Bolivia, pero una serie de encuentros con la actual realidad indígena lo deciden a ejercer su antiquísima profesión en todo el mundo y especialmente en las montañas bolivianas y argentinas. Durante sus recorridos, despierta en la población aborigen del norte argentino la conciencia de su futuro y los prepara para que exijan sus derechos. Chincanqui desaparece en manos de los militares, pero queda Sutiyqui, su hijo nacido en Argentina”.
Fuente: eltribunodejujuy.com